sábado, 18 de diciembre de 2010

CAMBIO DE PARADIGMA





En este video Jhon Biggs nos relata su visión acerca de los estudiantes y los profesores, como no todos son iguales, y los intereses que tienen cada uno, por ejemplo, por aprender, comprender, y saber aplicar los conocimientos en el caso de los alumnos, o el interés por que aprendan antes, durante y después de la clase de los profesores.

En este caso, resaltaría no una frase en concreto, sino mas bien el concepto que el video suscita en sí. Así podríamos decir que existen buenos y malos profesores y alumnos, analizándolos desde el punto de vista del interés con que adquieren/imparten conocimientos.
Jhon Biggs señala que en cuanto a los alumnos habría dos tipos:

  • ·       Buenos estudiantes: Serian aquellos que adquieren conocimientos por voluntad propia, entendamos esto como personas que intentan adquirir conocimientos llegando hasta el fondo de ellos, analizándolos, comprendiéndolos, que se muevan por la motivación de saber cada día un poco más, por curiosidad, y no por el hecho de tener que enfrentarse a un examen que deben aprobar.
  • ·         Malos alumnos: Serian aquellos que adquieren conocimientos como medio para conseguir sus objetivos (pe, terminar la carrera y tener un buen empleo). No importa si lo que acabamos de poner en el examen nos suena a chino, con seguridad mañana no lo recordaremos, pero no tendrá importancia si lo aprobamos. Este tipo de estudiantes solo llegaran a adquirir un conocimiento profundo acerca de algo cuando no los quede mas remedio, y se vean forzados a ello para poder conseguir sus objetivos (aprobar el examen-aprobar el curso-aprobar la carrera-tener un buen trabajo-…)

En cuanto a los profesores, se distinguen tres tipos o niveles:

  • ·         Primer nivel: Sería aquel profesor que da la clase, y desde un punto de vista inexperto puede verse como una clase dada de manera más que correcta, pero si lo analizamos en profundidad nos daremos cuenta al preguntar a los alumnos, que todos dirán que a sido una buena clase, amena, bien llevada,… pero si preguntásemos acerca de que es lo que han aprendido nos daríamos cuenta de que unos lo habrían entendido bien y otros habrían entendido poco o nada de lo que el profesor a dicho en clase. Este primer nivel seria el considerado como de “buen alumno-mal alumno” en el que la culpa de aprender o no recae únicamente en los estudiantes, ya que se supone el profesor a dado un clase correcta y los alumnos así lo dirán.A mi modo de ver, esto tiene muchas pegas, pero lo más reseñable sin duda seria la conformidad de los alumnos, a pesar de que alguno de ellos no han entendido cosas, y la “pasividad” del profesor, que va a clase, la da de una manera entretenida para el alumno, pero realmente no se preocupa por si todos los alumnos han entendido, o recalcar aquello que no se haya entendido, y se limita a valorar a los alumnos como buenos o malos en función de lo que ellos ven en clase sin molestarse en intentar cambiar su método de trabajo para hacer que estos supuestos malos alumnos participen o entiendan lo máximo posible en cada clase.
  • ·          Segundo niel:  En este nivel podemos apreciar como toda la responsabilidad del proceso de enseñanza – aprendizaje recae sobre el maestro, lo que llamaríamos “culpa del maestro”. Este nivel se basa en que la culpa de que los alumnos aprendan o no solo recae en el maestro, ya que este intenta hacerlo bien a toda cosa, que sus clases sean entretenidas, a pesar de que nada de lo que explique se entienda. Esta clase de profesores serían los denominados “Maestros-animadores”.Desde mi punto de vista esto tampoco tiene demasiado sentido, es decir, el que el maestro se preocupe mas de que sus alumnos estén entretenidos a que aprendan. Aún así la culpa no puede recaer solo en el maestro, y a mi entender habría que mirar también en los alumnos, que pueden interactuar con el maestro en clase en pos de mejorar, completar y ayudar al maestro a hacerse entender.
  • ·         Tercer nivel: Partimos de la idea de que este nivel es el deseable para todos los maestros, ya que consiguen preocuparse de todo el proceso de enseñanza – aprendizaje, es decir, se preocupan antes, durante y después de las clases de que el alumno asimile todo lo dicho por el profesor. En este nivel los alumnos están contentos porque el maestro enseña, ellos aprenden, y además las clases suelen ser amenas e interesantes. Este nivel debería ser al que todo maestro aspirase a llegar, aunque bien es cierto que son necesarios muchos años de experiencia y esfuerzo para conseguir hacerte entender entre los alumnos. Sin duda me parece el mejor de los tres niveles, tanto para alumnos como para maestros.

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